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Investigadora Usach propone construcción de edificios antisísmicos de madera para solucionar el déficit habitacional en Chile

Oct 13, 2018

La académica Paulina González del Departamento de Obras Civiles presentó parte de los resultados de su proyecto Corfo en el Seminario de Ingeniería Sísmica efectuado en la Universidad de Santiago de Chile, en donde menciona esta posibilidad de construcción que además reduce costos, tiempo y recursos humanos.
El lunes 1 de octubre, en la sala B del Edificio de Vinculación con el Medio (VIME) de la Universidad de Santiago de Chile (Usach) se realizó el seminario “Ingeniería Sísmica en Chile: Pasado y Presente”, que congregó a académicos y profesionales de la materia.

El encuentro, organizado por el Departamento de Ingeniería en Obras Civiles, contó con la exposición de distintos especialistas en el tema, y tuvo por invitado a Tomás Guendelman, notable experto en el tema sísmico en nuestro país, quien se refirió a la evolución de los estudios en esta área en nuestro país.

Edificios de mediana altura en madera

Además, participó la académica del Departamento de Obras Civiles de la Usach, Paulina González, quien expuso parte de sus resultados de proyecto CORFO en la presentación “Diseño sísmico de edificios de mediana altura en madera”.

La ingeniera presentó la evolución que ha tenido este tipo de construcción, como parte de un crecimiento sostenido durante los años 90’.

Por medio de un proyecto Innova CORFO, titulado “ingeniería sismo terrestre para diseño estructural de edificios de mediana altura en madera contralaminada de pino radiata crecido en Chile”, González apunta a considerar las construcciones en madera como una alternativa sustentable y económica para el desarrollo en Chile.

En la misma línea, la académica Usach mostró distintos ejemplos alrededor del mundo que ostentan la madera como parte de sus materiales de construcción, los cuales aprovechan sus propiedades de conservación del calor para reducir el gasto energético.

Dentro de los aspectos positivos de este tipo de construcción, también se considera “la reducción de 1/3 de los costos, 2/3 de tiempo de construcción y la utilización de no más de 8 carpinteros para su desarrollo, bajando notablemente los índices de accidentalidad”, aseveró Paulina González.

En ese sentido, la ingeniera señala que “la madera es una alternativa real ante catástrofes, por tiempos y diseños”, agregando que “actualmente, existe un déficit habitacional de más de 1 millón de viviendas, además de los peligros existentes en nuestro país por desastres naturales, por lo que la utilización de este tipo de construcciones es una buena opción para la gestión del déficit habitacional, entendiendo que necesitamos un sistema de construcción veloz y durable”.

El estudio contó con una fase anterior que se enfocó en la viabilidad del Pino Radiata y su producción en Chile que, con resultados positivos, dio pie a la generación de esta segunda fase centrada en la “sismoresistencia”, que ad portas de finalizar, ha demostrado ser altamente positivos, según consignó la presentación.

Por sus usos y modos de fabricación, el proyecto es pionero en nuestro país, razón por la cual sus avances están disponibles en una publicación abierta al público en la página www.conmaderausach.cl, con el fin de que esta opción se convierta en una alternativa real para la construcción habitacional en nuestro país.

Historia sísmica

La evolución histórica de los estudios sísmicos en Chile estuvo a cargo de Tomás Guendelman, quien dividió en etapas este proceso. De esta manera, el Ingeniero Civil expuso la evolución caracterizada en la Prehistoria (hasta 1967), Etapa 1 (1968-1996), Etapa 2 (1997-2010), Etapa 3 (2011 – actualidad) y Etapa 4 (Futuro, caracterizado por cambios fuertes difíciles de pronosticar).

El exponente relato cómo la prehistoria se caracterizó por ser una época antes del nacimiento de la informática y cómo la intuición fue un momento importante en el tratamiento de la temática sísmica hasta los primeros decenios del siglo XX.

En tanto, la Etapa 1 estuvo caracterizada por el desarrollo de la computación para la creación de modelos que aumentaron la exactitud en la planificación de edificios, creando prediseños y modelos computaciones para la construcción y se crearon las primeras normas.

La Etapa 2, iniciada en la segunda mitad de la década del 90’, no sólo vino a subsanar los vacíos de la primera etapa, sino que también estipuló los instrumentos de cualificación estructural de los edificios contra los movimientos sísmicos lo que, según Guendelman, es posible de medir en lo que él denomina ‘Perfil Bio-sísmico’.

Este perfil “utiliza la experiencia acumulada”, comprendiendo que “los edificios chilenos tienen reconocimiento internacional, por lo que al estudiarlos podemos generar ciertos indicadores para la construcción adecuada contra sísmica”, asegura el experto, quien utilizó criterios como la rigidez, el acoplamiento o redundancia estructural, este último referido a la utilización no sólo de los materiales básicos, sino que usar más de los necesarios para reforzar las edificaciones, como parte del perfil creado por Guendelman para la calificación óptima de las construcciones.

El éxito de dicho Perfil le permitió expandirlo a edificios “más complejos”, es decir de mayor cantidad de piso, elaborando un perfil 2.0.

La penúltima etapa, comenzó a propósito del terremoto que asoló a Chile el 2010 y que permitió generar un Perfil Bio-sísmico 3.0, que amplió los criterios e indicadores para evaluar los nuevos edificios en Chile y generar ciertos estándares a nivel internacional, para que las construcciones sean capaces de resistir sismos de gran magnitud.

En tanto, la etapa 4, consiste en una proyección del académico sobre el devenir de los estudios en el área. El tema central radica en el control de las vibraciones sísmicas en los edificios, mediante el uso de aisladores disipadores de energía, además de la incorporación de amortiguadores, enfocado a mejorar la construcción en nuestro país para que no sólo sean resistentes a movimientos tectónicos, sino que también, inhiba siquiera la sensación de movimientos.

Por Javier Fernández B.

Fotografías: ViMe-Departamento de Ingeniería en Obras Civiles

Nota publicada en la página de la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación.

 

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